Primero fue el papel, luego el ábaco. Más tarde llegarían las bolas, y los chinitos de la suerte. El país amarillo no puede parar de inventar, de crear. Y la prueba de ello está en los siguientes documentos gráficos, recogidos en una macronave/bazar chino en un polígono de Crevillente (Alicante). La entrada en aquel lugar nos atrapó tanto que permanecimos entre sus interminables pasillos dos horas y media y gran parte del tiempo sin parar de jartarnos. No vayáis a Terra Mítica, id a Crevillente, que lo pasaréis mejor, y más barato.
Uno de los primeros objetos dignos de enseñar (he dicho objeto), es este. Se trata de un exhibicionista en sus dos flamantes versiones "señor con gabardina" y "tuerto con albornoz marihuanero". Es de agradecer el detalle de pixelar el pene plástico del individuo en la caja, si no fuese porque luego hay varios fuera de su caja para que puedas confirmar de lo se trata aquello que esconde el muñeco.
Si el miedo nos lo permite y seguimos la visita podremos encontrar cosas tan útiles (di que sí) como este "Men Shaver". Un cuchilla de afeitar con un extensor para poder llegar a todos los rincones de la espalda.
A estas alturas, llevamos una hora y no sabemos ni donde estamos hasta el momento en el que nuestra vista se va hacia un algo. Se trata de una alfombrilla para el ordenador con reposa muñeca. Jajajajaja, lo siento, no puedo decir nada más: vélo.
El resumen del viaje llega a su fin. ¿Y que hay al final? Opción a seguir viajando a un precio barato, ¿a dónde?, pues a un sugerente lugar de ficción donde todo es lo que parece: Pajotelandia.
Ya son las 8 casi, tenemos los pies reventados de tanto andar y para eso no hemos encontrado nada.
